Versículo 24

Texto hebreo: Y expulsé a Adán y coloqué al oriente del jardín de Edén a los querubines y las láminas de una espada giratoria para custodiar el camino del árbol de la vida.

Así exactamente lo traduce el intérprete caldeo, excepto que aquel מִקֶּדֶם, del oriente, lo traduce: מִלְּקָדָמִין, que significa antes, previamente, antiguamente.

La Septuaginta, sin embargo, atribuye lo que se dice de los querubines al propio Adán, de manera que dicen que él fue colocado por Dios en esa parte del paraíso. Pues dicen: Y lo colocó en la parte opuesta del paraíso de las delicias, y colocó a los querubines para custodiar el lugar. Sin embargo, la verdad hebraica lo tiene como hemos puesto arriba, es decir, que los querubines fueron colocados en la parte oriental del paraíso, y no Adán.

Las exposiciones de este pasaje son múltiples y muy diversas. El rabino Abrabanel expone así que estos querubines “son, según el Targum [caldeo], כְּרוּבַיָּא, es decir, como un niño, o niños; y ya ha explicado el gran doctor rabino More que los querubines son niños de días de los hijos de los hombres; y según esto, dice la Escritura que, cuando Dios expulsó a Adán del paraíso del Edén, colocó ante el paraíso, es decir, en el lugar de su habitación, a los querubines; como diciendo que se fatigaron con los hijos que les nacieron, Caín y Abel: porque ellos son los querubines, que colocó en su morada ante el paraíso, y las angustias que vio en su vida por sus hijos, y la muerte y la errancia en sus hijos y la lámina de la espada giratoria; porque he aquí un gran dolor o aflicción cayó sobre él, y la lámina de la espada giratoria de un lado a otro; de un lado mató a Abel y del otro mató a Caín. Todo esto vino sobre él para custodiar el camino del árbol de la vida; como diciendo para expulsarlo de la tierra de los vivos y conducirlo a la muerte”. Esta es la exposición de este doctor sobre este pasaje.

Algunos otros exponen de manera diferente. Pero primero establecen ciertos puntos sobre la ubicación del paraíso. Primero, que este paraíso no puede estar entre los dos trópicos bajo la línea ecuatorial en el ecuador, ya que dicen que esa región es extremadamente calurosa porque el sol pasa por ella dos veces al año, por lo que también tiene verano e invierno dos veces al año, razón por la cual se llama zona tórrida y es inhabitable debido a su excesivo calor. Por lo tanto, afirman que el paraíso debe estar fuera de los trópicos; y como esa tierra donde el paraíso fue plantado por Dios era la más óptima y fértil, que producía frutos por sí misma, dicen que debe estar situada bajo la parte más noble del cielo, ya que la nobleza y fertilidad de la tierra vienen de la noble influencia de los astros y del aspecto del cielo. Y ya que la parte sur del cielo es más noble que la parte norte, porque el hemisferio sur es el vértice y la cabeza del mundo, mientras que el hemisferio norte es inferior, y en consecuencia las estrellas australes son más grandes y más brillantes, más nobles y perfectas y de mayor virtud que las estrellas boreales, por lo cual el polo sur también es mayor y más brillante que nuestro ártico, según los filósofos que especulan de este modo; por eso establecen que el paraíso estaba situado fuera del trópico sur, que se llama de Capricornio, hacia la parte oriental, que es más noble; ya que el oriente es la parte derecha del mundo, y el occidente la parte izquierda: y la derecha es más noble que la izquierda.

Por lo tanto, establecen que el paraíso estaba situado más allá del ecuador y del trópico de Capricornio en el hemisferio sur; lo cual también intentan probar con ese pasaje del Génesis: Cuando Adán oyó la voz del Señor Dios caminando ... a la brisa del día: pues interpretan por meridiano el ecuador y la zona tórrida, ya que toda esa parte de la tierra se llama meridional, o mediodía; y por brisa entienden el aire de ese lugar, que, por su bondad y luz suavísima, templada y agradable, se llama brisa. Y establecen esta diferencia entre la brisa y el mediodía: pues el mediodía es el aire iluminado por una luz intensísima con un calor excesivo, como es entre los trópicos; la brisa, en cambio, es un aire suavísimo y vital, templadamente luminoso y cálido, como es en el hemisferio sur debido al favor de las estrellas. Así pues, cuando por mediodía se entiende el ecuador, y por brisa el aire de ese paraíso: ya que tal brisa se dice después del mediodía, es consecuente entender la región austral, que es después del mediodía; y esa fue dada a los primeros padres como habitación y herencia, de la cual, por el pecado, fueron expulsados a este valle de miseria, a este lado del trópico de Capricornio, por el cual estaba cercado y vallado ese paraíso. Dicen que ese trópico debe ser entendido por la espada flameante y giratoria; ya que cuando el sol está en los signos australes, al acercarse al opuesto de la serpiente, se genera fuego en ese trópico.

También dicen que, si no hubiera intervenido el pecado, los hombres no solo habrían ocupado esa región, sino todo el hemisferio austral, ya que la gente se habría multiplicado inmensamente, pues ninguno de ellos habría muerto, sino que alimentados por el árbol de la vida habrían prolongado su vida feliz por un tiempo muy largo, hasta que fueran trasladados a una vida mejor sin la intervención de la muerte; de modo que muy multiplicados, habrían ocupado todo ese hemisferio. Y ninguna parte de ese hemisferio habría sido inhabitable; pues dicen que en esa región no hay precipicios montañosos, ni abismos, ni mares, ni pantanos, sino que esos cuatro ríos con un curso lentísimo y un flujo suavísimo habrían regado toda esa región y el jardín de las delicias. Esos ríos al final del hemisferio se sumergen cerca del trópico, y por conductos subterráneos brotan y emanan por un cierto equilibrio en nuestra parte boreal; pues el Tigris y el Éufrates nacen de las montañas de Armenia; y el Physon, que se llama Ganges, de las montañas de los indios; y el Gehon, que se llama Nilo, de las montañas de Etiopía. Esta es la fiel posición de aquellos que sitúan el paraíso en la región austral más allá del trópico de Capricornio.

Lo que me dicen no me satisface en absoluto. Primero: se dice que aquella región más allá del trópico de Capricornio es muy templada. Sin embargo, es evidente que el sol, en su movimiento propio, se mueve de un trópico al otro siempre de manera equitativa, y su influencia es igual en ambos. Por lo tanto, así como al acercarse a nosotros causa un verano intenso y un calor vehemente, y al alejarse, un invierno y un frío intenso en el hemisferio norte; de la misma manera, por la razón opuesta, al acercarse al trópico de Capricornio causará un calor intenso y vehemente, y al alejarse, frío e invierno intensos; lo cual es contrario a la templanza del aire y del lugar.

Luego: como los planetas se mueven igualmente entre estos dos hemisferios, causarán los mismos efectos en sus conjunciones entre sí y con otras estrellas y signos en aquel hemisferio, como en este; y dado que en este los planetas malignos causan esterilidad, pestilencias y otras enfermedades, así será también en aquel.

Además: lo que se dice de que los hombres habitaron todo aquel hemisferio parece inapropiado. Pues así como la tierra, que bajo el polo ártico no tiene más que un día y una noche en todo el año, ya que durante seis meses, mientras el sol está en los signos australes, siempre es noche bajo el polo ártico, y en consecuencia siempre es día en el antártico; de la misma manera, por los otros seis meses, mientras el sol está en los signos boreales, siempre es día en este polo y noche en aquel; por lo tanto, no puede haber ese encanto y deleite para los habitantes, que se dice que hay.

Luego: lo que dicen del lugar del Génesis, no es relevante. Pues, como explicamos allí, la Verdad Hebrea tiene: "Cuando oyeron la voz del Señor Dios caminando al viento del día"; por lo que esas palabras no significan un lugar, sino un tiempo, es decir, después del mediodía, esto es, al atardecer. Lo que además dicen de la espada flameante y giratoria, que es el trópico ígneo, no tiene validez. Pues esa generación de fuego es natural, si es que existe: ya que creo que no es verdad, pues con el acercamiento del sol al trópico de Cáncer no se genera tal fuego alrededor del trópico. Así, cuando la Escritura dice que esa espada fue colocada ante el paraíso después del pecado de Adán y después de ser expulsado de allí, indica que no estaba allí por naturaleza del lugar, sino por la voluntad de Dios.

Por último: lo que dicen de los ríos que salen del lugar de la delicia, que riegan la región más allá del trópico de Capricornio y luego se sumergen cerca del trópico y emergen por conductos subterráneos y brotan y emanan por cierto equilibrio en nuestro hemisferio, no veo cómo eso puede ser verdad. ¿Cómo pueden atravesar tantas tierras, tantas montañas, para fluir a través de inmensos tramos de tierra, y luego parecer tener orígenes diversos, y lo que es más difícil, cómo pueden cruzar la vasta extensión del océano, el mar más profundo y grande de todos, para irrumpir en estas latitudes septentrionales? Pues ese mar vastísimo y profundísimo se interpone. Por lo tanto, al no poder ser estas cosas verdad, debe buscarse otra explicación de este lugar.

Hubo otros, pues, que sitúan ese paraíso bajo la línea ecuatorial. Dicen que esa región es muy templada; pues como allí siempre es equinoccio, es decir, siempre durante todo el año la noche es igual al día, por lo que la presencia y ausencia del sol es igual, por esta igualdad de vicisitudes se produce la mayor templanza de las regiones y la mejor disposición del lugar. Por lo cual Ptolomeo y otros geógrafos asignan muchas regiones habitables en esta zona; y la experiencia hace percibir que esas regiones son muy templadas y sumamente adecuadas para la habitación. Pues los barcos que navegaron desde el reino de Portugal a esas latitudes, pasando bajo la línea ecuatorial, encontraron tierras óptimas y fertilísimas, fluyendo de leche y miel.

Aquellos que dicen que esa región es inhabitable debido al calor extremadamente intenso responden que eso es cierto cerca de los trópicos; ya que las personas que habitan la tierra cerca de los trópicos son muy negras y de vida corta debido al exceso de calor, que consume la humedad vital; pero bajo el ecuador no es así. Por lo tanto, estos entienden por la espada flameante y giratoria la zona tórrida entre nuestra morada y la línea ecuatorial, y dicen que se llama giratoria porque el sol, por el cual se causa allí cerca del trópico un calor insoportable, se acerca a nosotros en el verano y se aleja en el invierno.

Pero ciertamente, esta posición tampoco me satisface del todo. Pues, dado que esa zona tórrida es por la naturaleza del lugar, que siempre hubiera existido incluso si el hombre hubiera permanecido en el paraíso, no hay razón para decir que es esa espada flameante y giratoria que Dios colocó para la custodia de ese lugar, no producida por la naturaleza.

Otros han situado este paraíso al inicio de Cáncer; y dicen que la espada flameante y giratoria es una especie de abismo abierto en la tierra en una montaña, de donde siempre sale fuego, que parece una espada. Pero entonces sería necesario suponer que las partes de esa tierra son sulfurosas, de donde se generaría ese fuego y sería fuego generado naturalmente, como en el monte Vulcano y el monte Etna, donde el fuego se genera a partir de partes sulfurosas de la tierra.

Por lo tanto, tengo otra opinión sobre este asunto. Pero primero, el ánimo debe ser advertido sobre la ubicación del paraíso, como explicamos anteriormente en su lugar: "Plantó el Señor Dios un paraíso de delicias desde el principio". En efecto, la Verdad Hebrea allí, como hemos advertido antes, dice así: "Y plantó el Señor Dios un jardín en Edén hacia el oriente", o "en la región oriental". Ciertamente, la Escritura habla muy claramente y muestra la condición de ese lugar. Pues llama a ese paraíso un jardín, y no pensaríamos que se extiende a través de inmensas extensiones de tierra y que es de inmensa magnitud en longitud y latitud. Luego, declara el nombre de la región en la que se encontraba ese paraíso o jardín, diciendo: "En Edén", una región que recibió este nombre por su amenidad, delicias y placer, porque esa región era muy amena y deliciosísima, muy templada y muy adecuada para la habitación. Tercero, muestra a qué parte del mundo se refiere ese paraíso y de qué parte de esa región fue plantado por Dios, diciendo: "Hacia el oriente", o "en la región oriental". Por lo tanto, tenemos el lugar en el que se estableció ese paraíso.

No debe pensarse que esta región llamada Edén esté fuera de nuestro mundo; ni que llegue a las estrellas, como algunos han opinado; ni más allá del trópico de Capricornio, una región que siempre ha sido desconocida; ni bajo el ecuador: sino que está situada bajo esa posición del cielo que puede ser habitada y que fue habitada y frecuentada por los primeros hombres y sus descendientes. Pues Adán, expulsado del paraíso, no cruzó el mar, ni fue expulsado a través de larguísimas extensiones de tierra y mar: sino que fue colocado frente a las puertas del paraíso, no lejos de ese lugar, frente al paraíso, para habitar esa tierra, como lo tradujeron los Setenta y lo sostienen todos los Doctores Griegos, especialmente Crisóstomo en este lugar. Esto también es corroborado por el testimonio de las Escrituras. En efecto, Caín, al salir de la presencia del Señor, habitó vagabundo y fugitivo... en la región oriental de Edén con su descendencia y allí edificó una ciudad. Adán y Set, sin embargo, no se cree que habitaran lejos de allí, sino cerca; de lo contrario, ¿cómo podrían los hijos de Dios, es decir, los descendientes de Adán a través de Set, que se llamaban así por el culto a Dios, ver a las hijas de los hombres, es decir, descendientes de Caín, que eran hermosas, para tomarlas como esposas y provocar grandemente a Dios para que destruyera toda carne? Si Caín habitó en la región oriental de Edén, que era la región donde se plantó el paraíso, ni Adán, Set ni todos sus descendientes habitaron lejos de esa región. Además, Adán no habitó lejos de la tierra prometida; pues se cree que fue sepultado en Hebrón en la cueva de Macpela, como se dice en el libro de Josué; en la cual también fueron sepultados Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob y Lea.

Por lo tanto, considero que también ahora aquella región de Edén está habitada y es la que leemos en Ezequiel, quien, lamentándose sobre Tiro, dice esto entre otras cosas: "Harán y Cané y Edén fueron tus comerciantes," nombrando las regiones de donde venían los mercaderes a Tiro. Si, por tanto, desde Edén, es decir, el lugar del paraíso, los comerciantes iban a Tiro, que está cerca de la tierra de Israel, es claro que ese lugar estuvo habitado y no estaba muy lejos de la tierra de Israel. Nadie duda que Harán no dista mucho de la tierra de Israel; pues Harán es la región cerca de la tierra de Israel que se llama Mesopotamia, y allí se encuentran los ríos que se dice salen del paraíso. Harán, en efecto, está entre dos ríos, el Tigris y el Éufrates; por lo cual se llama en griego Μεσοποταμία, región entre dos ríos. Sobre Fisón y Geón, consúltese lo que dijimos anteriormente.

Por lo tanto, todo esto me da la certísima convicción de que el famoso paraíso estaba plantado en la región de Edén, que no está lejos de la tierra de Israel, en la parte oriental de esta, y que esa región ahora está habitada por humanos; ya que el paraíso fue destruido por las aguas del diluvio y así ese lugar ameno y deliciosísimo cayó. Pues las aguas del diluvio inundaron toda la tierra... y prevalecieron sobre todos los montes que están bajo todo el cielo; las cuales ocuparon también ese lugar y arrancaron aquellos árboles tan amenos.

Mientras ese lugar perduró, no dudamos en absoluto que los Querubines, espíritus celestiales, fueron puestos allí para la custodia de ese lugar, con la espada flameante y giratoria, o con la hoja de la espada, es decir, colocó allí una espada ardiente y expuesta, que parecía vomitar llamas: ¡tan grande era su resplandor! y con esa visión aterrorizaba a los que se acercaban y les infundía un miedo horrible; y se dice giratoria porque cerraba con su terror todo camino que conducía al árbol de la vida. Quizás los Querubines estaban allí puestos como el ángel del Señor que, con la espada desenvainada en la mano, custodiaba el camino, cerrándoselo a Balaam, para que no se acercara a maldecir a los hijos de Israel, llamado por Balac. O ciertamente, por esta espada se entiende la amenaza de la pena de muerte, al estilo de la Escritura, que se infligía por ministerio angélico a quienes presumían acercarse a ese lugar; como el Señor advirtió que ninguno de los hijos de Israel debía tocar los vasos sagrados del ministerio, ni el arca, ni entrar en el santuario o en el Santo de los Santos, excepto aquellos a quienes correspondía por oficio: y estos debían estar puros y santificados, bajo la amenaza de pena de muerte, que se infligía por ministerio angélico.

Podría haber sido que allí, para custodiar el camino del árbol de la vida, centellearan lámparas y relámpagos por ministerio angelical, los cuales amenazarían con la muerte a los que se acercaran. Pues la palabra להט, que dijimos que significaba "lámina," también significa relámpago y lámpara, ya que podría haber allí un resplandor como el de una espada. Pero después de que aquel paraíso fue devastado, toda esa custodia cesó; así como después de que el Arca del pacto y el Santo de los Santos fueron destruidos, toda custodia, observancia y ministerios que allí se realizaban, cesaron.

Algunos, sin embargo, piensan que aquel lugar todavía permanece intacto y que allí Enoc, Elías y el apóstol Juan viven una vida feliz hasta el juicio. Pero en verdad, no está constatado en ningún lugar que hayan sido trasladados a ese paraíso; pues Enoc, según atestigua la Escritura, fue tomado: pero la Escritura no dice a qué lugar; Elías igualmente fue trasladado: pero la Escritura no revela a qué lugar; sobre Juan, además, es completamente incierto si aún vive en la carne. Y lo que leemos sobre Elías en el Eclesiástico, que fue tomado o trasladado al paraíso, decimos que se designa un lugar eminente y excelso preparado por Dios con el nombre de paraíso. Pues es posible para Dios conservarlo donde más le plazca, sin necesidad de suponer ese paraíso. Lo mismo debe decirse de Enoc y de Juan, si aún vive.

Sobres los Querubines, podría haber una cuestión sobre cómo Dios los asignó, siendo espíritus tan excelsos, para custodiar el camino del árbol de la vida. Pues los Querubines son espíritus del segundo coro de la más alta jerarquía sagrada, o jerarquía suprema; pero según el Divino Dionisio, no suelen ser enviados, sino solamente los ángeles de la jerarquía más baja y de los coros último y penúltimo. Pero se puede responder a esto que a veces todos los ángeles son entendidos bajo el nombre de Querubines, e incluso los ángeles de la jerarquía más baja y del último coro. En segundo lugar, si quizás esa tarea fue dada a los espíritus celestiales de ese coro específico que se llama Querubines, se puede suponer que ellos ejecutaron esa custodia a través de ángeles inferiores, como también el Serafín que fue enviado a purificar los labios de Isaías. Pues, como enseña el Divino Dionisio, ese Serafín no ejecutó esa tarea por sí mismo, sino a través de algún ángel inferior.

La razón por la cual el Señor Dios asignó a esos ángeles para esta custodia, ya fue claramente dicha anteriormente: para que los hombres no tomaran del árbol de la vida y vivieran eternamente, es decir, prolongaran su vida, la cual los hombres pecadores habrían usado de la peor manera, pecando con más frecuencia y permaneciendo más tiempo en sus pecados. Por lo tanto, fue mejor que los hombres fueran prohibidos de comer de ese árbol, para que, aunque prolongara la vida, no multiplicaran sus pecados. Ahora, pasemos al cuarto capítulo.

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