Versículos 29 - 30

Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en el cual hay fruto que da semilla; os serán para comer. Y a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en lo cual hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

El Rabino Salomón dice aquí que "los igualó a los animales y bestias en cuanto a la comida, y no dio permiso a Adán y a su esposa para disfrutar de la creación o la abundancia, para comer carne: sino que todos comieron toda planta verde juntos. Y cuando los hijos de Noé descansaron, se les permitió la carne, como se dice: 'Todo lo que se mueve y vive, os será para comer: como las plantas verdes, que hice lícitas para los primeros hombres, os he dado todas las cosas."

El Rabino Aben Ezra también tiene la misma opinión. Dice que "permitió a los hijos del hombre comer de todo en lo que hay vida, toda planta y todo fruto del árbol, y permitió al hombre comer la hierba verde y todo reptil: y hasta aquí no les permitió la carne hasta después del diluvio".

Nosotros lo exponemos así. Después de haber dotado al hombre de la virtud propagativa para la conservación de la especie, ahora proporcionó al género humano, así como a los demás animales, un alimento específico de los frutos de la tierra, para que los comieran y con los cuales mantuvieran la vida. Sin embargo, no debemos pensar que los mismos frutos de la tierra se asignaron al hombre que a los demás animales; sino que se proveyó al hombre con los más nobles, y las hierbas y frutos más viles se dejaron para los animales. Esto parece estar claramente respaldado por la letra hebrea. Porque así dice: "He aquí que os he dado toda planta que da semilla sobre la faz de toda la tierra y todo árbol en el cual hay fruto que da semilla; os serán para comer. Pero a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo reptil de la tierra, en lo cual hay vida, toda planta verde les será para comer." Claramente parece asignar distintos tipos de alimentos a los hombres y a las bestias, con los cuales se alimentaban el hombre y los demás animales. Dios no permitió al hombre el uso de la carne antes del diluvio, como afirman todos los Santos Doctores, y también lo afirman los hebreos. Pero después del diluvio se concedió al hombre el consumo de carne, como dijo el Señor: "Todos los peces del mar han sido entregados en vuestra mano. Y todo lo que se mueve y vive, os será para comer: como las plantas verdes, os he dado todas las cosas."

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