Versículos 18 - 19

“Entonces Noé y sus hijos, su esposa y las esposas de sus hijos con él, salieron; y también todos los animales, bestias y reptiles que se arrastran sobre la tierra, según su especie, salieron del arca”.

Texto Hebreo: “Y salió Noé y sus hijos, y su esposa y las esposas de sus hijos con él; toda bestia, todo reptil, todo volátil, todo lo que se mueve sobre la tierra, según sus familias, salieron del arca”.

La Escritura muestra la obediencia de Noé, quien cumplió exacta y precisamente la orden divina; pues dependía totalmente de la voluntad divina. Él salió del arca, de esa morada triste y molesta, como una cárcel, en la que estuvo encerrado tanto tiempo, soportando la convivencia con los animales, el hedor y las molestias, donde no quiso respirar aire sino el aire corrupto: porque el arca estaba cerrada y sellada por todas partes, y ni el aire ni el viento podían entrar. Y el aire, al ser inhalado, se corrompe, y es necesario tanto para los cuerpos de los hombres como de los animales para refrescar los órganos internos. ¿Y cómo no se corrompió el aire tanto tiempo en el arca, donde habitaban hombres y tantas y tan grandes multitudes de animales? ¡Y cuán grande era el hedor allí por la corrupción del aire y la presencia de animales inmundos! Pero el hombre justo y perfecto lo soportó todo, sin temer por su seguridad ni por su vida, mientras cumplía los mandatos de Dios: y nunca quiso salir de esa pútrida cárcel, a menos que Dios se lo ordenara. Sin embargo, una vez dada la orden de Dios, inmediatamente salió él y sus hijos y esposas, y sacaron a todos los animales del arca, según sus familias, es decir, según sus especies, tal como habían entrado; el Texto Hebreo llama familias a las especies.

© 2025 Bibliotecatolica
Todos los derechos reservados

contacto@bibliotecatolica.com

Accepted payment methods: Credit and Debit cards
Powered by PayPal