Versículos 9 – 10

Texto Hebreo: Estas son las generaciones de Noé: Noé fue un hombre justo, íntegro en sus generaciones: Noé caminó con Dios; y Noé engendró tres hijos, Sem, Cam y Jafet.

Así también lo tiene el Parafrasista Caldeo: Noé fue un hombre inocente, perfecto en sus generaciones: Noé caminó en el temor del Señor.

La Sagrada Escritura habló en el contexto de la genealogía de las generaciones de Noé, que cuando tenía quinientos años, engendró a Sem, Cam y Jafet; aquí nuevamente las trae a colación, diciendo: Estas son las generaciones de Noé. No sin razón ni motivo; porque en el primer orden y serie genealógica de Génesis, desde Adán hasta Noé, se enumeran las generaciones de Noé, así como las de los otros padres; pero ahora, dado que solo él y sus hijos fueron salvados del diluvio, por eso se enumeran nuevamente sus generaciones, ya que él quedó como el segundo tronco de la generación humana y como un nuevo principio del que todos los hombres futuros derivarían su origen. También insinúa que no engendró más hijos e hijas, como todos sus padres, sino que, contento solo con esos tres, fue salvado con todos sus hijos debido a su justicia.

Noé, dice, fue un hombre justo y perfecto en sus generaciones: justo, es decir, un hombre bueno y excelente; justo, porque daba a cada uno lo suyo: devolviendo a Dios lo que es de Dios y a los hombres lo que es de los hombres. Pues adoraba a Dios con fe y caridad, tributaba el mayor honor y gloria solo a Dios, amaba a Dios en todas las cosas y sobre todas las cosas con un corazón perfecto y excelente, con toda su mente, alma y fuerzas; también amaba a su prójimo como a sí mismo, les mostraba ejemplos de luz, les aconsejaba hacer el bien y abstenerse del mal; por eso fue llamado pregonero de justicia. Así que era justo, porque daba a cada uno lo que era suyo.

Pero no sólo se le llama justo, sino también perfecto y completo; ya que, cuando toda carne había corrompido su camino, él de ninguna manera siguió las seducciones de la carne, sino que fue guiado por el espíritu de Dios, castigaba su cuerpo y lo sometía a servidumbre, no sea que, habiendo predicado a otros, él mismo se volviera reprobado. Despreciando, por lo tanto, la carne, se adhería al Señor para que se convirtiera en un solo espíritu con Él; esto es lo que se dice: Noé caminó con Dios, según aquello: Camina delante de mí y sé perfecto; y aquello: Camina tras el Señor tu Dios y témele. Caminó con Dios porque procuró agradar a Dios, temió a Dios y lo amó; y es tanto más digno de alabanza y admiración cuanto que fue el único encontrado entre todos los hombres que seguía a Dios; esto es: En sus generaciones: ya que toda carne había corrompido su camino: él, sin embargo, guardando toda justicia, fue encontrado único, perfecto y completo. Por lo tanto, habiendo sido encontrado perfecto y justo entre hombres muy perversos, en el tiempo de la ira fue hecho reconciliación, ya que halló gracia ante los ojos del Señor y se convirtió en el único superviviente de todos los hombres, siendo como un segundo principio y tronco de la especie humana.

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