- Tabla de Contenidos
- PORTADA Y DEDICACIÓN
- PROEMIO
- PRIMERA DISERTACIÓN SOBRE LOS ESQUEMAS Y TROPOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
- SEGUNDA DISERTACIÓN SOBRE LOS ESQUEMAS, ESTO ES, LAS FIGURAS DE LOCUCIÓN
- TERCERA DISERTACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE LAS ORACIONES
- CUARTA DISERTACIÓN SOBRE EL MÚLTIPLE SENTIDO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
- QUINTA DISERTACION DE LA CREACIÓN DEL MUNDO EN EL TIEMPO
- SEXTA DISERTACIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LAS COSAS
Versículo 20
También dijo Dios: Produzcan las aguas reptiles de alma viviente, y volátiles sobre la tierra debajo del firmamento del cielo.
En hebreo: יִשְׁרְצוּ (yishretsu)
Apenas hay en latín una palabra que responda a esta palabra hebrea. Pero שרץ (sharatz) es producir en multitud, y se dice de aquellos que provienen en gran cantidad y se mueven. Nuestro intérprete, sin embargo, imitando a los Setenta, que tradujeron: Ἐξαγαγέτω τὰ ὕδατα ἑρπετά (Exagagetō ta hydata herpeta), es decir: Produzcan las aguas reptiles, también tradujo: Produzcan las aguas reptiles.
Aunque reptil se refiere a los animales terrestres, que se arrastran, también se llaman reptiles a los peces; pues los peces se mueven por las aguas de un modo similar a como los reptiles se mueven por la tierra.
El Rabino Aben Ezra dice que “שרץ (sharatz) es un verbo transitivo, como lo es: el río hervirá, o producirá ranas, y el sentido de ישרצו (yishretsu) es generación con elevación. Y está escrito: Volátil volando sobre la superficie del firmamento, por: hasta cerca de la determinación del firmamento. Y dice Gaon que על־פני (al-p'nei), es con el rostro; si es así, la superficie del cielo es debajo de él; יעופף (ya'ofef), se duplica, como יכונן (yakonen)”.
El Rabino Salomón dice que "alma viviente es en lo que hay vida; y sobre שרץ (sharatz), que todo ser viviente que no está elevado de la tierra, se llama שרץ (sharatz), en volátiles, como las moscas; en reptiles, como las hormigas, gusanos negros, o escarabajos, y lombrices; y en בריות (briyot), como la comadreja y el ratón y el caracol, o tortuga, y lo que sale similar a ellos, y todos los peces”.
Nosotros exponemos este pasaje de la siguiente manera. Produzcan las aguas reptiles, o reptilifiquen reptiles, si aplicamos reptar a los animales acuáticos, esto es, produzcan animales acuáticos en gran número y multitud. Sin embargo, es digno de nota que no se ordena a las aguas que produzcan reptiles por sí mismas, sino que recibieron la virtud de esta orden divina para que de ellas se generaran los peces. Y no solo de las aguas; todos los elementos a la vez proveen la naturaleza a los animales, y participan más de la tierra; pero dado
Que los peces viven en las aguas y allí están y se contienen, por eso se llaman animales acuáticos, como si tomaran su origen de las aguas. Y pronto, con el mandato divino, las aguas se llenaron de peces y, después de la tierra y el cielo, recibieron su propio y particular adorno.
Sin embargo, nos mueve la cuestión de cómo las aves proceden de las aguas, siendo que no son animales acuáticos, sino aéreos, ya que se observan viviendo en el aire. Esto, según la Edición Vulgata, plantea una duda. Esta duda es resuelta por la Verdad Hebrea, que dice וְעוֹף יְעוֹפֵף עַל-הָאָרֶץ (ve'of ye'ofef al-ha'aretz): Y el volátil volará sobre la tierra. Por lo tanto, no se mezclan los volátiles entre los que son producidos por las aguas; sino que se relata dónde fueron hechos, a saber, sobre la tierra; pues más adelante se enumeran las aves entre los animales de la tierra. Dice: Formados entonces... de la tierra todos los animales de la tierra y todos los volátiles del cielo, etc.; a menos que tal vez digamos, según nuestra Edición, que las aves se dicen proceder de las aguas, porque en las aguas no solo hay humedad, de donde los peces toman su origen, sino también vapor, que tiene una naturaleza de alguna manera similar a la del aire, y de ese vapor casi aéreo las aves tomaron su origen. Cuando se añade: Bajo el firmamento del cielo, o, según la Lectura Hebrea, sobre la faz del firmamento del cielo: por la faz del firmamento entendemos el aire; pero por firmamento, desde el cielo estrellado todos los orbes hasta el aire; y la faz de este cielo es el aire, que también no rara vez se llama cielo. Así se dice de las aves del cielo. Y así el aire también recibió su propio ornamento de aves.